1 de agosto: semana de la lactancia materna
A partir del 1 de agosto, Naciones Unidas celebra en más de 120 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, con el fin de concienciar a la población de la multitud de beneficios de esta práctica.
¿Pero, de dónde viene la necesidad de celebrar este evento? Y, ¿alguna vez te has preguntado por qué no existe publicidad de fórmulas infantiles?
Sí; actualmente, en España, el Real Decreto 867/2008 prohíbe la publicitación de preparados para lactantes.
La respuesta a estas preguntas es muy sencilla: se calcula que el coste que supone para una familia alimentar un bebé mediante fórmulas infantiles ronda los 1000€ (AEPED), con lo que esta regulación se creó para proteger la lactancia materna frente a los poderosos intereses monetarios de la industria farmacéutica.Por tanto, la lactancia materna supone un importante ahorro en la economía familiar.
¿Qué beneficios se obtienen de la lactancia materna exclusiva?
Aunque el ahorro económico que supone amamantar puede ser un incentivo para adoptar este tipo de alimentación, sus ventajas son aún mayores, y el recién nacido se podrá aprovechar de ellas desde sus primeros días de vida hasta la edad adulta.
Precisamente, uno de los primeros beneficios que obtendría un recién nacido que reciba este tipo de alimentación, es una mejora en su sistema inmune que le ayudará a estar protegido frente a ciertas enfermedades infecciosas. Y es que la leche humana es un alimento vivo y cambiante, producido especialmente para adaptarse a las necesidades de los recién nacidos, cuyo sistema inmune aún no se ha desarrollado, y reciben de su madre anticuerpos que incluso pueden variar según los diferentes patógenos a los que estén expuestos ambos.
Si en cambio, miramos a largo plazo, uno de los beneficios que recibirá el hijo recién llegado, y que marcará su etapa como adulto, será una menor probabilidad de sufrir enfermedades crónicas. Diabetes, enfermedad cardiovascular, alergias, hipertensión, cáncer de mama y obesidad son, entre otras, enfermedades que tienen menor probabilidad de manifestarse en un adulto que fuera amamantado en su niñez, lo que, en definitiva, supondrá un aumento en su calidad y esperanza de vida.
Más allá de los beneficios para la salud, la lactancia materna es un momento de intimidad y contacto físico entre madre e hijo, que fortalecerá los lazos entre ambos, otorgará al bebé confort y seguridad, y proporcionará un ambiente adecuado tanto para que el bebé comience a reconocer los rasgos de su madre, como para que la madre conozca mejor los gestos y señales de su hijo.
A pesar de sus ventajas, en ocasiones existen impedimentos a la hora de dar el pecho. Es en este momento donde entran en juego las fórmulas infantiles, que son una alternativa segura y que ofrece todas las garantías de cubrir las necesidades en una etapa crítica para el desarrollo y crecimiento de un niño.
Por último, recuerda que los nutrientes y la composición de la leche que le ofrezcas a tu bebé estará determinada por la alimentación que lleves durante este periodo tan importante. Por ello, si necesitas consejo profesional, no dudes en acudir a tu nutricionista.